A orillas del Tajo, bajo la sombra majestuosa de la ciudad imperial, una historia olvidada vuelve a iluminar el presente. En una visita organizada por la Asociación Asiego XXI, la autora Begoña González y el alcalde de Cabrales recorrieron Toledo siguiendo los pasos del insigne cabraliego Fernando Prieto Mestas, pastor en su infancia, erudito en su madurez.
Bibliófilo, traductor, catedrático, rector universitario, académico de la Historia y fundador de la biblioteca universitaria de Toledo en el siglo XIX, Prieto Mestas dejó huella no solo en las letras, sino en la propia arquitectura del conocimiento. Parte de sus libros, conservados hoy en el fondo antiguo de la Biblioteca de Castilla-La Mancha en el Alcázar de Toledo, serán próximamente donados al concejo de Cabrales, donde una nueva biblioteca aspira a llevar su nombre.
La imagen de su biografía, proyectada simbólicamente sobre la Basílica de Santa Leocadia, donde reposan sus restos desde 1839, es un gesto de justicia histórica. Porque hay vidas que merecen ser contadas, leídas… y devueltas al lugar que nunca debieron abandonar: la memoria compartida.